Flauta dulce
La flauta dulce, es un instrumento de viento muy popular, que incluso es usado en el aprendizaje de muchas escuelas debido a la facilidad con la que puede tocarse desde la primera clase. A pesar de que no resulta tan glamorosa como el violín o tan solicitada como la guitarra, por citar algunos ejemplos, también tiene sus cosas buenas y con ella es posible tocar todo de melodías. Desde las canciones más sencillas hasta las que son verdaderamente complicadas, todas tienen su lugar dentro de la ejecución de esta flauta tan especial, de la cual vamos a hablarte hoy en Musicándote.
Historia de la flauta dulce
Este instrumento tiene sus orígenes en la Edad Media, aunque no fue sino hasta el Barroco que comenzó a ser verdaderamente popular entre músicos y compositores, pues esta fue una etapa que vió la creación de grandes y diversas obras. El nombre de «flauta dulce», lo recibe gracias al timbre tan particular que desprende cada una de sus notas y que le fue dado durante el siglo XVII.
Gracias a la particularidad que se le dio a su tesitura de dos octavas y media, fue posible distinguir este objeto de tantos otros tipos de flauta y por supuesto, a través de su peculiar sonido.
Dentro de los músicos más destacados que hicieron uso de la flauta dulce dentro de sus obras primeramente, se encuentran Bach y Vivaldi.
Posteriormente durante la etapa del Renacimiento, el instrumento, que había decaído en su uso, tuvo nuevas oportunidades de relucir en más de una composición. La música renacentista y la barroca, tuvieron a bien incluirla en gran variedad de conciertos, óperas y sonetos. Si bien su uso se fue extendido en diversos lugares de Europa, aún no había logrado ser tan reconocido como otros elementos de orquesta. Hay una anécdota que cuenta que incluso el músico Stravinsky, llegó a confundirla con el clarinete, pues no estaba al tanto de lo que se trataba en realidad.
No obstante en el Reino Unido, Arnold Dolmetsch, músico de origen francés, había logrado brindarle un mayor reconocimiento, lo cual asentó las bases para que pudiera llegar a otros sitios del viejo continente.
Durante el siglo XX, la flauta dulce aumentó su difusión como nunca antes lo había hecho. Ayudo en gran parte la industrialización que caracterizó a este tiempo, pues la fabricación de instrumentos había dejado de ser algo meramente propio de los artesanos. El tamaño y la estructura de este tipo de flauta, permitieron que fuera un objeto barato y sencillo de fabricar para ofrecer al público. Fue cuestión de tiempo antes de que personas de muchos estratos, pudieran tocarlo hasta en sus casas.
El plástico además, se convirtió en un material habitual en su elaboración, dejando atrás a otros como el metal y la madera. Esto no interfería en la calidad del sonido, de manera que no hubo ningún inconveniente en continuar con la producción de esta forma. Aunque es justo decir que incluso en la actualidad, las flautas dulces elaboradas artesanalmente han llegado a ser muy valoradas por músicos y gente que gusta de coleccionar objetos de calidad.
Músicos famosos de flauta dulce
Aunque no lo creas, hasta un instrumento tan sencillo como la flauta dulce tiene grandes exponentes, que se han vuelto verdaderos maestros en su ejecución. El sonido que solo se puede conseguir con un objeto como este, vuelve cada una de las melodías que te mostramos a continuación, algo muy especial y agradable de escuchar.
Michala Petri
Música proveniente de Copenhague, Dinamarca; internacionalmente famosa por su dominio de la flauta. Ha tenido la oportunidad de tocar con diferentes orquestas y estudia música desde los 3 años. El talento que también también la ha llevado a efectuar distintas grabaciones, pues actualmente tiene en su haber 7 discos, en los que se destaca la participación de agrupaciones tan importantes como «La Orquesta Filarmónica de Londres». Su hermano, David Petri, es también músico así como su madre, Hanna Petri.
Jean Pierre Rampal
Fue un flautista de Francia que falleció en el año 2000, pero que tuvo una prolífica carrera gracias a su conexión con la música. Nacido en Marsella, tuvo a bien comenzar a aprender a tocar la clauta gracias a su padre, quien sentó las bases de su educación musical. Llegó a perfeccionar tanto su técnica con el instrumento, que pudo interpretar obras de Mozart y Debussy, entre otros compositores de gran importancia. Esto también lo llevó a grabar algunos discos. En un principio tenía pensado el dedicarse a la medicina, aunque pronto abandonó dichos estudios para continuar con lo que realmente era su pasión en la vida.
Marcel Moyse
Se trata de otro músico cuyos orígenes también se remontan a Francia, específicamente a la ciudad de St. Amour. A la temprana edad de 14 años, obtuvo el primer premio del Conservatorio de París, un acontecimiento que marcaría su camino en en el ámbito musical. Jacques Ibert, compatriota suyo y también compositor, tuvo a bien escibrir para él, el «Concierto para Flauta y Orquesta», mismo que más adelante interpretaría con gran destreza. Moyse se desempeño como el flautista principal de más de una orquesta francesa y con bastante éxito. Murió en los Estados Unidos en el año de 1984.
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